Si tu candidatura ha sido descartada por actitud, tal vez ni lo sepas

Cuando el motivo de descarte es por mala actitud, los seleccionadores no solemos dar muchas explicaciones al candidato.
Emma Salamanca
20 abr 2020 · 7 minutos de lectura

Muchos profesionales que nos dedicamos a la selección de personal, solemos comentar que no hay buenos ni malos candidatos, sino que no encajan. Casi siempre es verdad, pero en algunas ocasiones, es una manera “políticamente correcta” de decir que hemos evaluado negativamente la actitud de un candidato.

Puede parecer una decisión poco profesional, subjetiva e incluso despiadada. No dudo que lo sea en algunos casos. Pero en otros muchos, es más objetiva, profesional y humana de lo que parece. Y de estas evaluaciones -menos agradables hacia una candidatura- es de lo que voy a hablar a lo largo de este post, intentando ser lo más respetuosa pero honesta posible. 

El conflicto de dar un feedback negativo

En general, las personas preferimos la sinceridad a la mentira. A veces, la verdad es inoportuna. Otras, hay tanto exceso de sinceridad que puede llegar a ser tan malo como mentir. Además -como comentan sus autoras en su libro "Smart Feedback"- la mayoría de nosotros hemos crecido en una cultura del miedo: miedo al fracaso, al ridículo, a equivocarnos, a la opinión de los demás, a mostrar debilidades, a no gustar, etc. Y no menos importante, preferimos vivir en armonía y evitar los conflictos.

Hemos crecido en una cultura sin feedback. Ni sabemos darlo ni recibirlo, y eso complica mucho nuestras relaciones con los demás en cualquier parcela de nuestra vida.

Si trasladamos todas estas reflexiones al entorno empresarial y en concreto a los procesos de selección, no hay una cultura del feedback porque no tenemos un clima de confianza**.** Y ya no es no solo eso, sino que muchos seleccionadores tenemos la mala praxis de no informar a los candidatos, cuando su candidatura ha sido descartada.

Desde mi punto de vista, tenemos que mostrarnos accesibles y generar la confianza durante todo el proceso de selección como para que si un candidato quiere saber por qué no ha sido seleccionado, nos sintamos todos cómodos hablando de los motivos de descarte. Sin embargo, esto de ir de frente y con la verdad por delante, no siempre es tan sencillo. 

Algunos motivos de descarte por actitud

Como candidato, tal vez ahora entiendes por qué en alguna ocasión, no has recibido un feedback lo suficientemente transparente como te hubiera gustado. E incluso, ”agradeces” no haberlo recibido porque no estabas en el mejor de tus momentos como para recibir otra mala noticia. 

Estamos hablando de algo más delicado que encajar o no en una determinada empresa/puesto. No siempre es fácil ser sinceros y no siempre decimos toda la verdad y nada más que la verdad.

1. Aspecto desaliñado

Si tuviera que decir el motivo en el que los seleccionadores no solemos decir al candidato por qué no ha avanzado en el proceso de selección es cuando su apariencia es percibida como desaliñada.

No importa que sea un trabajo presencial o remoto, la higiene y una cuidada forma de vestir es un must. Demuestra respeto a los demás y a uno mismo. 

2. Ser impuntual (sin avisar)

Llegar a la hora acordada a una entrevista, demuestra interés y compromiso. Da muy mala imagen, ser impuntual. De todas formas, a todos nos surgen imprevistos y no hay que alarmarse si no llegas a tiempo. No te preocupes, pero informa que llegarás tarde y pide disculpas. 

Lo importante es que al entrevistador/a le quede claro que estás interesado en el puesto y tu retraso en la hora, tiene justificación.

3. No ir preparado

Si tienes una llamada o una entrevista con la empresa que quiere contratarte y por supuesto, tienes la información suficiente como para saber quienes son y el puesto para que el que te van a contratar, tienes que ir -y mostrarte- preparado.

Un buen candidato hace los deberes. Además, la información es poder para ti.

4. Emplear un lenguaje vulgar

La naturalidad se valora positivamente, pero cuidado con comenzar con el coloquialismo y dejarse llevar hasta caer en la vulgaridad.

Tienes que ser tú mismo, pero en tu versión educada y cordial.

5. Criticar a tus anteriores empresas, puestos, compañeros, jefes, etc.

Si estás siendo entrevistado es bastante probable que sea porque buscas un cambio de trabajo. Tal vez, tu experiencia e incluso las anteriores, hayan sido malas. Pero de todo se aprende y eso es lo que hay que mostrar.

Ser crítico se valora positivamente, pero criticar a diestro y siniestro, no es para nada recomendable porque puedes ser evaluado como un trabajador que genera conflictos.

6. Negarte rotundamente a seguir el procedimiento de selección

Cada empresa, tiene su procedimiento y manera de evaluarte como candidato. Comentarios como: “Ahí tienes mi Github y mi CV, no tengo porqué hacer una prueba técnica” o “No pienso dedicarle más tiempo a la prueba”, no son indicadores de buena actitud.

Te puede gustar más o menos la manera de evaluar, e incluso puedes decir que no estás de acuerdo con su evaluación, pero es importante que demuestres asertividad y flexibilidad. Y por supuesto, ¡educación!.

En algunas ocasiones, algunas empresas varían el proceso de selección para que te sientas más alineado, pero tú también tienes que poner de tu parte.

7. Hablar con soberbia, a la defensiva, inapropiadamente y/o con un tono desafiante

Durante una entrevista, un candidato repanchingado en su silla, me dijo que “no veía relevante contarme su experiencia como desarrollador, porque dudaba que lo llegase a entender”.

Si quien te está entrevistando, percibe falta de respeto, es bastante probable que no le encajes ni como candidato, ni como compañero, ni como empleado.

8. Provocar una contraoferta

Si participas en un proceso de selección con la intención de que te hagan una oferta de incorporación y utilizarla para provocar una contraoferta en tu empresa, ya puedes gestionarlo bien porque también estás dando motivos para que duden de tu candidatura.

Recomiendo ser honestos y no utilizar a los demás. Y si lo haces, valora hasta qué punto te compensa.

9. Falta de actitud

Todos los ejemplos anteriores, podría decirse que son casos de mala actitud, pero también los hay de falta de actitud. No tienen un carácter tan negativo, pero tampoco es positivo. 

Cuando hablamos de falta de actitud, hacemos referencia a falta de interés, pasión y/o ambición por ser mejor profesional. 

Tu experiencia puede llegar a ser menos relevante para el seleccionador e incluso pasar a un segundo plano, si no has mostrado ninguna motivación ni interés por conseguir el puesto.

Además, tu candidatura puede ser desestimada, si demuestras que no te gusta tu profesión y para ti, no es una prioridad mejorar como profesional.

10. Cambio frecuente de trabajo

Seguramente has oído hablar del Job Hopping, job hopper,  job jumper o salta empleo.

A día de hoy, tener un trabajo estable no es la prioridad de las nuevas generaciones. Sin embargo, cambiar de trabajo, tiene sus pros y sus contras. Si nos centramos en lo negativo y eres de los que cambian con mucha frecuencia de trabajo, es posible que tu candidatura genere muchas dudas. 

En muchas ocasiones, el candidato tiene que justificar bastante bien cada cambio profesional y no siempre llega a convencer.

Conclusiones

Cuando el motivo de descarte es por mala actitud o incluso tenemos la mínima duda de que si facilitamos un feedback sincero al candidato, puede herir su sensibilidad o generar un conflicto, los seleccionadores no solemos dar muchas explicaciones. 

Si hemos mantenido una buena relación con el candidato y por tanto, se ha generado una confianza a lo largo del proceso, algunos de nosotros como profesionales, nos sentimos con la responsabilidad de ayudar y eso, solo podemos hacerlo desde la sinceridad.

Hay veces que un candidato ha sido descartado una y otra vez por mala actitud y no es consciente. Decírselo puede cambiar el rumbo de su vida profesional. 

¡Ojo! De la misma forma que un candidato ha sido descartado por tener un determinado tipo de actitud, también las empresas/seleccionadores son descartados por los candidatos. Si un seleccionador llega tarde a una entrevista, se presenta desaliñado, no se ha leído ni el CV, se muestra inflexible y te habla de manera inapropiada…. es bastante probable que tú como candidato, no quieras formar parte de su equipo.

Y tú, ¿qué piensas? Como candidato, ¿crees que estos motivos deberíamos compartirlos contigo si te ayudan a mejorar profesionalmente?. Y como seleccionador/a, ¿dices la verdad y nada más que la verdad? .

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