¿Cuántos de nosotros nos hemos visto atrapados por determinadas personalidades que han amargado nuestra existencia en la oficina? Con razón o sin ella, no vamos a discutirlo, simplemente sabemos que nos agotan y absorben nuestra energía.
Las quejas sobre el comportamiento de los compañeros de trabajo son tan frecuentes que se merecen más de un post para analizar este tema. Aunque afortunadamente son una minoría, debemos estar preparados para reaccionar adecuadamente e intentar neutralizar sus efectos.
Cualquier persona con rasgos exagerados de personalidad puede resultar problemática. Por eso, en lugar de entrar en patologías, vamos a describir algunos estereotipos con los que trabajar.
Siguiendo una metodología 4D de comportamientos tóxicos (Detectar, Describir, Destapar, Defenderse), inauguraremos esta serie de posts con los profesionales que tienen una Personalidad autopromotora aberrante, coloquialmente conocidos como “trepas”.
¿Cómo describirlos?
Son profesionales tóxicos porque pueden dañar mucho la reputación de los demás y lidiar con ellos es realmente complicado. Los directivos a menudo los utilizan como espías y chivatos, saben que harán todo lo posible por ascender. Su relación con los compañeros suele ser superficial y centrada en sus propios intereses. Lo peor es que sus víctimas pueden pasar por un verdadero tormento.
Fotografía (cc-by) Julián Rodríguez Orihuela
¿Cómo detectarlos?
Veamos algunas señales que nos ayudarán a reconocer a estos individuos en el día a día laboral:
- No comparten información con los demás, y si lo hacen, siempre guardan un as en la manga para obtener beneficios personales
- Nunca reconocen el buen trabajo ni el mérito de quienes les enseñaron algo
- Atribuyen como propias las ideas y los éxitos de los demás, pero nunca asumen la responsabilidad de los errores
- Juegan al despiste e intentan ganarse la confianza de las personas a las que quieren dejar fuera de juego para avanzar posiciones
- Les gusta demostrar que trabajan en equipo, pero en realidad buscan aprovecharse de los demás
- Son sigilosos en su ascenso, así que no les pierdas de vista, seguramente están actuando.
¿Cómo destaparlos?
Son los “profesionales tóxicos” más difíciles de desenmascarar. Sacar a la luz sus artimañas puede ser peligroso, ya que son temidos por sus métodos y su frialdad. Los autopromotores aberrantes no solo son un problema para sus víctimas, sino también para la organización.
¿Cómo defenderse?
A continuación, presentamos algunas tácticas para defendernos de estos comportamientos tóxicos y preservar nuestra tranquilidad en el trabajo:
- Observa, toma nota y consigue pruebas
- No entres en conflicto con ellos, utiliza la discreción como tu mejor arma
- Actúa como si la situación no te afectara, esto los desorientará
- Intenta conseguir testigos cuando estén actuando, así otros podrán ver lo que son capaces de hacer
- Evita que accedan a tu información, cuanta menos les ofrezcas, mejor
- Relaciónate con otros compañeros para que la jornada laboral sea más llevadera.
Si has pasado o estás pasando por una situación similar, no dudes en compartir tu experiencia. Servirá como catarsis y ayudará a otros a defenderse de este tipo de comportamientos tóxicos. Actúa rápido para evitar sufrimientos innecesarios.